Desde los exquisitos viñedos de Argentina, una nueva ola de progreso ha llegado con la versión 4.0 del protocolo de sustentabilidad de bodegas. Este emocionante capítulo en la industria vitivinícola argentina destaca no solo avances significativos, sino también un enfoque más integral y colaborativo para abordar los desafíos contemporáneos en el ámbito de la sostenibilidad.
La versión 4.0 del protocolo de sustentabilidad de bodegas de Argentina va más allá de su predecesora, abordando aspectos más amplios y actuales. Se ha convertido en un faro de liderazgo al incluir la sustentabilidad social, los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas (ODS) y la promoción del consumo responsable, todo dentro del programa «vino con moderación». Pero no se detiene ahí; también incorpora consideraciones clave sobre derechos humanos, perspectiva de género, discriminación, trabajo infantil, higiene y seguridad, jornada laboral, derecho de asociación, ética y anticorrupción, así como la huella ambiental.
Ética y transparencia: pilares de la versión 4.0 de sustentabilidad de bodegas
Este nuevo protocolo destaca la importancia de una mirada integral que contempla la ética y la transparencia junto al desarrollo económico, social y ambiental. El proceso de revisión fue una empresa colaborativa que involucró a más de 100 expertos representando a alrededor de 35 organizaciones, desde organismos públicos hasta instituciones académicas, bodegas y consultores. Este enfoque colaborativo asegura que el protocolo no solo sea un reflejo de los estándares de la industria, sino también de las voces y experiencias diversas que contribuyen a su formación.
Colaboración con organizaciones internacionales: tejiendo redes globales
Bodegas de Argentina ha llevado su compromiso más allá de las fronteras nacionales al acordar armonizar los distintos protocolos de sustentabilidad con el grupo mundial de comercio del vino. Esta colaboración no solo fortalece los estándares internos, sino que también genera una matriz comparativa para evaluar el progreso y compartir mejores prácticas a nivel mundial. El acuerdo firmado con AMFORI, una entidad global centrada en el «comercio con propósito», refleja la voluntad de las bodegas argentinas de ir más allá, buscando cumplir con estándares exigentes y contribuir a una cadena de suministro global.
Un aspecto notable de la versión 4.0 es su carácter público. El protocolo de sustentabilidad de bodegas de Argentina no es un documento cerrado; es una herramienta abierta y accesible para cualquier empresa que aspire a integrar prácticas más sustentables. Este enfoque democrático demuestra la voluntad de la industria de compartir conocimientos y fomentar un cambio colectivo hacia la sostenibilidad.
Impacto en las exportaciones de la versión 4.0 de sostenibilidad de bodegas
El impacto en las exportaciones es innegable. Con 80 bodegas ya exportando a los mercados escandinavos bajo el acuerdo con AMFORI, queda claro que la sostenibilidad se ha convertido en una ventaja competitiva crucial. Los consumidores internacionales buscan cada vez más productos que reflejen valores éticos y sostenibles, y las bodegas argentinas están respondiendo a esta demanda creciente.
No pierda la oportunidad de alcanzar el éxito de su empresa, nuestras publicaciones llegan a más de 80 países a través de Google News.
Solicite información haciendo clic en el banner e ingresé el código: 133024 y obtenga un 30% de descuento en su primer artículo.
Más allá de las credenciales ambientales
El protocolo no solo proporciona credenciales ambientales; sirve como un catalizador interno para la organización de cada empresa. Sensibiliza a sus miembros e involucra a toda la cadena de valor en un proceso de mejora continua. Este compromiso continuo no solo es esencial para mantenerse alineado con los estándares cambiantes, sino que también refleja una mentalidad proactiva hacia la evolución sostenible.
Un salto cuántico en sustentabilidad vitivinícola
La versión 4.0 del protocolo de sustentabilidad de bodegas de Argentina marca un salto cuántico en la forma en que la industria aborda la sostenibilidad. Desde la inclusión de temas más amplios y contemporáneos hasta la colaboración global y la transparencia, este protocolo se presenta como una herramienta más completa y actualizada. Al abrazar esta nueva versión, la vitivinicultura argentina se coloca a la vanguardia en el compromiso con un futuro más sostenible y ético.