Maal Wines es una bodega distinta de la provincia de Mendoza, ubicada en el “Pasaje De La Reta”, corazón del distrito Las Compuertas (Luján de Cuyo). A lo largo de los años no solo logró posicionarse como especialista en el varietal icono argentino Malbec, además captó la atención con su arquitectura disruptiva y diferente.
La construcción de esta bodega fue un proceso singular que aprovechó recursos diversos: 20 contenedores, cientos de cañerías de tubbing y varillas de perforación. Así como maderas y chapas viejas, además de varias toneladas de chatarra de descarte. A pesar de estos materiales iniciales, la bodega cuenta con tecnología de vanguardia para la producción de vinos tintos de alta calidad. La fermentación y el almacenamiento se llevan a cabo en piletas de hormigón de capacidad variable, tanques de acero inoxidable y barricas de roble francés de distintos tamaños.
«Su producción anual asciende a unas 200,000 botellas, todas elaboradas con uvas provenientes de viñedos propios y bajo estricto control de calidad. Estos vinos se exportan a 8 países de 4 continentes y distribuidos en todas las provincias de Argentina».
El reciclaje fue el principal motor impulsor en la concepción y construcción de esta bodega. Desde el inicio del proyecto, se buscó reutilizar una amplia variedad de materiales descartados para minimizar la huella de carbono. Antes de iniciar la obra, se exploraron diversos lugares en busca de elementos reciclados, como caños, hierros, maderas y muebles antiguos, incluyendo el cielorraso de aluminio del hotel Aconcagua, entre otros. Este enfoque en la reutilización permitió cubrir una superficie considerable sin comprometer los estándares de calidad y sostenibilidad.
La creatividad fue clave en la construcción, la estructura principal de la bodega se conforma con 14 contenedores. Mientras que el techo, compuesto por chapa acanalada y madera, fue rescatado de un galpón centenario. Para el revestimiento frontal, se reutilizaron postes de álamo achuelados. Mientras que los tubos de máquinas petrolíferas se convirtieron en columnas y barandas, formando un sistema de tuberías integrado. En la sala de degustaciones, se aprovecharon todas las maderas disponibles, desde tablas de pinotea hasta muebles pintados de colores variados. Se cortaron en tiras de igual anchura y se ensamblaron para cubrir toda la sala, manteniendo así su integridad y aspecto original. Conservando sus tonos y colores originales, logrando que cada una de ellas cuente su propia historia.
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MAAL Wines es una bodega distinta desde su concepción, con un enfoque hacia la eficiencia energética y el aprovechamiento de los recursos naturales. En la nave de elaboración, se ha aprovechado la abundante entrada de luz solar durante el día, lo que permite prescindir de luces artificiales. Además, se han diseñado corredores de aire que aprovechan los vientos característicos de “Las Compuertas”. Contribuyendo así a regular la temperatura dentro de la bodega y capitalizando la notable amplitud térmica de la región. Para mantener la luminosidad en los espacios interiores, se han adaptado las puertas originales de los contenedores. Sustituyendo partes por vidrio transparente, lo que además de proporcionar luz natural, añade un toque de originalidad al diseño arquitectónico.
«Con una arquitectura simple, moderna y limpia, tanto la construcción como el diseño de la bodega se basó en el uso de materiales reciclados».
Se reciclaron muebles antiguos y se fabricaron nuevos, utilizando placas de fenólico originalmente destinadas a cajones de frutas. En el ingreso se puede observar un cuadro ensamblado con 1957 clavos, y en el jardín un micro antiguo de la línea 150 de Maipú. Incluso varios bancos desechados de las iglesias y asientos de tractor fueron aprovechados para convertirlos en banquetas. Cualquier objeto sin uso desafiaba a los creadores a encontrar nuevas formas de aprovecharlos.
En los Best Of Mendoza’s Wine Tourism 2023, un evento que celebra la excelencia e innovación en el turismo del vino, Maal Wines obtuvo la medalla de bronce en la categoría de Arquitectura y Paisajes. Este reconocimiento resalta las mejores prácticas en el turismo del vino. Donde Mendoza forma parte activa como miembro destacado de la red global de las «Grandes Capitales del Vino». La cena de gala y entrega de premios se llevó a cabo en Bodega Los Toneles. Situada en la provincia de Mendoza, donde se destacó el turismo vitivinícola en sus nueve categorías.
Una muestra más de que la sostenibilidad puede aplicarse a cualquier tipo de proyecto. Reciclar no es una moda, sino una filosofía de vida que crece tanto en la sociedad, como dentro de la industria. Comprendiendo que los valores no solo radican en los productos o servicios, sino en la identificación.